La sociedad avanza a pasos agigantados en tema de tecnología y eso es algo innegable, tanto para bien como para mal y digo esto porque la tecnología puede ser utilizada en muchos ámbitos con fines muy diferentes y, por tanto, puede ser un gran avance o algo que habría sido mejor no inventar. Pero bueno, eso es algo que también pensarían en su momento de la bomba atómica y el desastre, por ahora, es mucho mayor hace 50 años.
Sin embargo, hay un tipo de tecnología a la que gran parte de la sociedad no ve utilidad: los drones. Son un juguete fantástico para niños y adultos, pero también son herramientas de trabajo para muchas personas, aunque la gran mayoría no lo sepa.
Para empezar, utilizarlos con fines militares es, probablemente, el principal objetivo de estos aparatos ya que hablamos de tomar imágenes de ciertos puntos conflictivos sin que ningún ser humano ponga su vida en riesgo, pero de igual modo son fantásticos para las misiones espaciales puesto que pueden mandarlos a planetas, satélites e incluso a superficies de meteoritos sin que ningún científico tenga que arriesgarse más de lo estrictamente necesario.
Ahora bien, en la vida cotidiana ¿tienen uso estos artefactos? Pues actualmente hasta el mundo pastoril, que probablemente sea uno de los más tradicionales, está empezando a usar la tecnología y, concretamente, los drones para vigilar rebaños en el Pirineo. Se trata de un proyecto que están llevando a cabo los ganaderos del Valle de Estós, en el municipio pirenaico de Benasque. Se trata de un proyecto pionero e innovador en el que confluyen la tradición de una actividad esencial para la conservación del medio ambiente en las zonas de montaña, la ganadería extensiva y la aplicación de las tecnologías más avanzadas y punteras para facilitar el trabajo de los pastores.
Los sensores que se proyectan incorporar a las reses emitirán datos por corta frecuencia al dron, que serán canalizados a un centro de almacenamiento en la nube ubicado en Barcelona antes de aparecer en el teléfono móvil o PDA del pastor.
Drones paramédicos
Por otro lado, en Ruanda, hay drones que salvan vidas, lo que es mucho más importante que lo anterior. El país africano utiliza estos vehículos aéreos no tripulados para realizar entregas de sangre y medicinas en ciertas zonas poco accesibles o conflictivas.
En Francia y Reino Unido están desarrollando drones equipados con radares para desactivas minas marítimas. Y en España, el uso de estos aparatos en verano para vigilar e incluso detectar incendios forestales es una realidad.
Una de las principales tiendas de drones que vende estos vehículos aéreos tanto a aficionados como a profesionales es Modeltronic. El negocio se está convirtiendo en proveedor de aficionados amateurs que compran el dron con el fin de trabajar con él y transformarlo en algo mucho más complejo creando, entonces, sus propias herramientas de trabajo para diferentes sectores.
En Nuevo México, los drones abordan a los conductores que viajan en solitario con carteles sobre la contaminación para que empiecen a viajar en transporte público o lo hagan con compañeros de trabajo con el fin de eliminar vehículos de la flota que inunda la ciudad día tras día.
La policía del sur de Florida comenzará a usar drones en 2017, los agricultores y ganaderos de córdoba ya realizan cursos con drones y gps para facilitarles su trabajo, etc. Y es que el mundo del dron cada día nos descubre aplicaciones nuevas de estos aparatos.