El acceso al cuerpo docente de la enseñanza pública es la salida laboral más habitual para muchos titulados universitarios. Sin duda, internet ha facilitado la preparación de las oposiciones. Te presentamos algunos consejos para que tu preparación online sea un éxito.
Para licenciados en historia, historia del arte, en matemáticas, filólogos, etc. prepararse unas oposiciones para profesor de secundaria es la salida laboral más recurrente. En otras carreras como física, química, música, biología, etc. existen otras opciones, pero aun así presentarse a unas oposiciones de enseñanza es una oportunidad para tener un trabajo fijo y bien remunerado.
Estudiar unas oposiciones no es sencillo. Requiere dedicarle un tiempo del que a veces no se dispone. Mientras el aspirante espera a que se convoquen las pruebas, es posible que haya encontrado un trabajo provisional. Puede ser desde trabajar de interino, cubriendo sustituciones en un instituto, hasta realizar un trabajo que no tiene nada que ver con lo que ha estudiado. Es normal, hasta que aparece la oportunidad es necesario tener una fuente de ingresos.
En estos casos, si el aspirante está haciendo sustituciones dentro de la enseñanza pública, es posible que le sume puntos en la fase de concurso, pero antes ha de aprobar el examen de la oposición, y para ello carece del tiempo de estudio que tiene un aspirante que se dedica en exclusiva a estudiar.
Muchas academias de preparación de oposiciones han lanzado formaciones online. Esta es una ventaja para los aspirantes que están trabajando. Permiten tener el soporte que le daría una academia presencial, pero sí moverse de su casa y aprovechando el tiempo que tengan disponible.
Otros opositores optan por prepararse las oposiciones por libre, pero tienen en internet un medio de apoyo.
Sea cual sea tu caso, estas son algunos consejos que te presentamos para que tu preparación sea un éxito y alcances al fin tu plaza deseada.
Busca profesionales que te asesoren.
En el blog Futuros Opositores recomiendan a aquellos aspirantes que quieran prepararse online, que se matriculen en una academia que dé clases por internet. Según ellos, esta opción tiene grandes ventajas para el opositor. De entrada se prepara en un grupo, con otras personas que están en la misma situación que él. Por lo que la temida soledad del opositor queda rota en este punto.
Por otro lado, las academias disponen de mecanismos para evaluar el progreso del opositor. Algo que es bastante interesante, ya que no estudias a ciegas, sino que te evalúa un preparador. Por su propia dinámica, las academias online fijan un ritmo de estudio. Esto es bueno para muchas personas a las que les cuesta autodisciplinarse.
Aunque son más flexibles que las academias presenciales, tienen grupos y la enseñanza no es del todo individualizada. Además, con frecuencia organizan clases en streaming a una hora concreta a la que no se puede sumar todo el mundo.
Disponer de un preparador individualizado es la otra opción que puede coger un opositor. Debe saber que este caso, no le saldrá tan económico como una academia online ni tendrá el respaldo emocional de los compañeros. Porque estudiar con otros ya de por sí te da fuerza.
Hazte con la documentación necesaria.
Cuando la comunidad autónoma publica la convocatoria de la oposición en el Boletín Oficial suele incluir los epígrafes del temario sobre los que van a versar los exámenes. Sin embargo, los textos debe buscárselos el opositor.
Muchas veces, los sindicatos suelen tener disponible el temario. También, frecuentando algunos foros de internet, con un poco de suerte, es posible que lo puedas encontrar.
La mejor solución para hacerse con los textos de estudios, una vez más, es recurrir a una academia, aunque sea por vía online. Las academias redactan sus propios temarios, trabajándolos de manera que sean cómodos de estudiar para sus alumnos y totalmente actualizados. No olvidemos que la reputación de la academia se basa en el porcentaje de alumnos que consiguen plaza.
El temario es un asunto fundamental. Sin un buen temario, no puedes prepararte bien las oposiciones. El temario es el material sobre el que vas a estar trabajando todos esos meses.
Un temario bien sintetizado te facilita bastante el estudio. Para las oposiciones de enseñanza secundaria el temario suele oscilar entre los 69 y los 75 temas.
Estudia para el examen, sigue la dinámica de las pruebas.
Vamos a explicar un poco mejor este punto. Prepararse las oposiciones de enseñanza secundaria no consiste en saberse de carrerilla todos los temas, sino en dominarlos para superar las pruebas.
El examen de la oposición consta de dos partes que son eliminatorias. Es decir, es necesario aprobar la primera para pasar a la segunda.
La primera parte, o examen escrito, dispone de dos pruebas, que se valoran conjuntamente. Una primera prueba que consiste en resolver un caso práctico, en la que el opositor muestra su pericia para aplicar en concreto el temario de la oposición; y una segunda prueba que se basa en desarrollar por escrito un tema de entre los 5 elegidos al azar por el tribunal.
La segunda parte de la oposición es en formato oral. El opositor deberá defender ante el tribunal una programación de su asignatura y deberá exponer una programación didáctica. Los preparadores de Oposiciones de Enseñanza, una academia de Valladolid especializada en oposiciones de educación a todos los niveles, insisten en que es clave saber cómo elaborar y defender ante el tribunal tanto la programación como las unidades didácticas. En este punto se basa el éxito de la oposición.
El tribunal no solo valora los conocimientos del opositor, sino la forma en la que se expresa y presenta su trabajo partiendo de unos criterios preestablecidos.
Crear una rutina y cuidar el espacio de estudio.
Una vez hemos visto los medios que necesitas para prepararte las oposiciones y la orientación, lo segundo y principal es crear un hábito de estudio. No olvidemos que las oposiciones se aprueban clavando codos, no existen atajos.
Hay opositores que compaginan el estudio con su actividad laboral. Para el tribunal examinador este no es ningún criterio eximente. El tribunal evaluará igual a los opositores que se hayan dedicado en exclusiva a estudiar que aquellos que además tengan un trabajo. Si trabajas de interino o en la enseñanza privada, los méritos se evaluarán en la fase de concurso, pero antes, para que se tengan en cuenta, es necesario aprobar la oposición.
Por eso es importante crear una rutina de estudio estable. En ese sentido, es recomendable dedicarle las mismas horas todos los días al estudio. Varias amigas que tengo, que aprobaron una oposición a secundaria, dedicaban todos los días entre tres y cuatro horas a estudiar.
Lo hacían en el mismo horario, por la tarde, de 6 a 9 o de 6 a 10, y en el mismo sitio. Un rincón de la casa que se habían habilitado para estudiar cómodamente sin que nadie les molestara y sin distracción alguna.
Reduce el estrés.
Un artículo publicado en El Periódico de Cataluña sobre claves para prepararse unas oposiciones online habla de lo importante que es controlar el estrés durante la preparación de las oposiciones.
No hay que agobiarse por la cercanía de las pruebas, ni porque tarden más o menos tiempo en publicar la convocatoria. Tampoco es conveniente dejarlo todo para última hora. La preparación del opositor es un trabajo sistemático. En este sentido, es importante adoptar un sistema de estudio.
Un sistema bastante efectivo es Leer, Estudiar y Repasar. Leer el temario, estudiarlo tema a tema y repasarlo de vez en cuando. Para no agobiarse es bueno alternar la memorización con simulaciones de examen, con pruebas tipo test o con la visualización de material audiovisual.
Quedar con otros compañeros opositores a estudiar juntos, aunque no sea siempre, es otra medida para templar los nervios.
Estudia, pero también descansa.
Algunos preparadores de oposiciones que he consultado me han hablado también de lo importante que es programar y cumplir los periodos de descanso. Prepararse oposiciones no consiste en estudiar sin parar. Mucho menos, si además trabajas. Este nivel de estudio puede ser contraproducente. Te puede conducir a un agotamiento mental que, desde luego, no es bueno para tu preparación.
Por eso es conveniente fijarse periodos de descanso y respetarlos. Estos periodos dependen del ritmo de estudio y del tiempo disponible que tengas. De todos modos, no es bueno estudiar todos los días 8 horas seguidas durante todo el año. Es necesario dejar descansar la cabeza.
Si solo te dedicas a estudiar te puedes proponer descansar los fines de semana. Si además trabajas, al menos, el domingo lo deberías reservar para ti.
Durante los periodos de estudio es bueno parar cada cierto tiempo y salir a dar un paseo por la calle, para despejarte. Es interesante fijarte metas pequeñas y darte una recompensa cuando las alcances. Por ejemplo, aprenderse un tema y salir a la calle a tomarte un café o parar y ver una película por televisión. De esta forma lograrás mantenerte motivado y conservar el interés.
Internet facilita la preparación de la oposición, pero, desde luego, no debes olvidar que es un periodo duro.