No han sido pocas las veces que se ha dicho, durante los últimos años, que el sector de la comunicación está atravesando una grave crisis. Y lo cierto es que a quienes realizan esa afirmación no les falta una parte de razón. Sólo hay que ver la situación por la que atraviesan, por ejemplo, las redacciones de los periódicos españoles. Hace apenas unas semanas asistíamos con frustración el fin de revistas tan carismáticas en nuestro país como Interviú o Tiempo, cerradas por el Grupo Zeta.
Ni siquiera las grandes cabeceras nacionales, tales como el diario Marca, El Mundo, El País o As, son capaces de asegurar el trabajo para los profesionales que componen sus plantillas. En sus empresas ya se han producido numerosos expedientes de regulación de empleo y todo parece indicar que no van a ser los únicos. Oportunidades para los jóvenes tampoco las hay allí. Lo máximo a lo que se puede aspirar es a ser un becario más que supla las funciones de todos aquellos que han sido despedidos pero cobrando un 80% menos.
Lo peor de todo es que todo esto se ha producido una vez llegado el cambio que las nuevas tecnologías han protagonizado en la sociedad. Y que todo esto también se ha producido en un momento en el que no cabe duda de que la comunicación, ya sea en medios de comunicación o en otras empresas, ha adquirido un valor sin el cual el capital social, humano y económico de una empresa sería prácticamente irrisorio en comparación con el real.
Lo que viene ocurriendo en los últimos años es que los jóvenes que cursan estudios relacionados con la comunicación o el periodismo están cambiando de perfil. El fin último de muchos de ellos ya no es ser periodista, sino desarrollar funciones que se encuentren más íntimamente ligadas al ámbito de la comunicación corporativa. Por ello, todos aquellos egresados que comienzan a buscar trabajo lo hacen de un modo diferente. Los medios de comunicación se van a arrepentir de no haber depositado su confianza en ellos mucho antes.
En lo que a dicha comunicación corporativa se refiere convergen una serie de factores que permiten a una empresa desarrollar su propia imagen de marca de un modo eficaz y llamativo para sus clientes potenciales. El diseño de su página web es uno de ellos. Éste contribuye a complementar dicha comunicación corporativa y a que ésta cumpla con su fin último. Un comunicador puede tener una idea básica para el diseño de la web de su empresa. Pero la ejecución del mismo debe correr a cargo de los profesionales más experimentados en la materia. Profesionales como los de Telémaco.
Una garantía para cualquier empresa
Telémaco se ha convertido en una de las entidades dedicadas al diseño y desarrollo web que mejor cumple con su trabajo. Buena prueba de ello son los múltiples proyectos que ha venido desarrollando en los últimos años para una gran variedad de empresas, las cuales han obtenido resultados extraordinarios en lo que a su presencia en Internet se refiere. Por eso, confiar en ella es una auténtica garantía de prosperidad para cualquier tipo de negocio.
Dedicada no sólo al diseño de la web, sino también a la promoción de la entidad y al posicionamiento SEO de la web en buscadores, Telémaco ha sido la opción preferida por una gran variedad de entidades para cumplir con los requisitos que, a día de hoy, demanda un elemento como Internet, que no son precisamente pocos. Los resultados están a la vista de propios y extraños.
La comunicación no es un sector que esté en franca decadencia, como el pensamiento de esta época ha estereotipado. Simplemente, está cambiando. Pero lo está haciendo con dificultades, porque sus profesionales atraviesan momentos muy complicados. Una de las salvaguardas para esta situación se puede encontrar en Internet, en todo lo referente a una comunicación corporativa que cada vez necesita más manos y cerebros. Para las empresas, adoptar un elemento así y complementarlo con el mejor diseño web es una fórmula perfecta para ser más conocida, llegar a más gente y, por ende, vender más.