Los administradores de esta red social laboral invitan al usuario a ingresar en ella para gestionar su identidad profesional, así como para ampliar e interactuar con su red profesional.
En otras palabras, significa que te invitan a que presumas de todo aquello que hayas hecho a lo largo de tu carrera profesional y que agregues a toda la gente que puedas con el fin de que lo vean. También para que te consigan un trabajo, si no tienes, o te ofrezcan uno mejor si ya trabajas, cosa poco probable en este país.
Lo primero que debes hacer es ir rellenando casillas. En 2011 eran mucho más básicas. Actualmente, puedes crear un CV con múltiples matices y pequeños detalles con los que lograr destacar entre los 225 millones de personas que están registradas en LinkedIn. Difícil, ¿eh?
No tires la toalla, especialmente si tu físico acompaña. ¿Eres el rey de Instagram?, ¿posas como nadie? ¡Welcome! Como en el currículum tradicional, LinkedIn brinda a sus usuarios la posibilidad de pasar por encima de todos esos feos que solo tienen MBAs y nociones básicas de chino. ¿Qué haces doblando camisetas siendo la más guapa de tu promoción? ¡Ponte a posar! La foto de perfil ha de transmitir valores institucionales, por lo que el bañador no es una opción; pero teniendo en cuenta que también debe realizarse en un entorno agradable, esa foto de Instagram tan llena de corazoncitos depositados por tus followers en la que tu piel está tan bronceada y tus azules iris tan a juego con el cielo valdrá mucho más que las matrículas de honor de tus compañeros.
Si no eres muy agraciado, algo habrá que puedas maquillar con un poquito de postureo.
Vayamos por orden:
-Tu actual cargo laboral: Los “Periodista en potencia”, “Ingeniera Industrial recién licenciada” y “Físico buscando empleo” están prohibidos. Aquí y en Roma. Y en Twitter. Si eres periodista en potencia, no lo eres en acto. Llámate “Gestor de miblogdemoda.net”. O “Ingeniera Industrial”. O “Físico en búsqueda activa de empleo”. Un poquito de clase, hay que venderse, con la verdad, pero hay que venderse.
-Tu experiencia laboral: en este apartado se presenta una excelente oportunidad para que todos vean lo variada que es tu trayectoria y en las importantes empresas que has trabajado. ¡Porque para ellos no has hecho prácticas!, jamás se pone trainee o becario, que lean entre líneas. Si has estado solo tres meses es más que obvio que gozabas de un contrato de formación, pero quizá no se fijen en ese detalle. Además, desde hace un tiempo, LinkedIn incorpora los logos de empresas chulas, de las que tienen logos. Aprovéchate de su imagen corporativa. ¡Cuantos más logos, mejor!
-Idiomas: si los has aprendido en el extranjero, es tu momento de incluir en el apartado “cursos” tu estancia fuera de casa y que tu verano en Arkansas valga para algo.
-Proyectos humanitarios: si en Instagram hubiera una opción para mostrar este tipo de acciones, tendrías corazones por doquier y tu Klout subiría por las nubes en cuestión de minutos. Pero no, solo lo hay en LinkedIn, la verdadera red social del postureo. Cuéntales a todos lo buena persona que eres.
Si ya toda la comunidad virtual vive en una continua apariencia que suple sus carencias en la vida real no te quedes atrás: regístrate en LinkedIn y practica el postureo. Quizá solo te sirva para tener un millón de amigos, pero todos sabrán que eres todo belleza, interior y exterior.
¿Y se reían del postureo?